Erdogan ¿ya podemos llamarle dictador?
- Adrià Huertas Vidal (@adriahuertas19)
- 17 abr 2017
- 2 Min. de lectura

Ilustración de Greg Groesch | The Washington
Hace ya cuatro meses que comenzó el 2017 y no parece que las urnas vayan a hacer de este mundo un lugar mejor este año tampoco. La aprobación en el referéndum turco de las 18 reformas a la Constitución que proponía el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha sometido ni más ni menos que al 48% de la población que han votado a un régimen casi autoritario.
Viendo lo que ha ocurrido en Turquía damos la razón al periodista francés Louis Latzarus cuando decía que “en la democracia, la política es el arte de hacer creer al pueblo que él gobierna”. Con solo un 51% de ‘síes’ en el referéndum convocado por el mismo presidente, Erdogan se ha hecho con el control absoluto del país. A partir de ahora, podrá gobernar por decreto pasando por encima del Parlamento, al que podrá disolver cuando quiera, nombrar a la mayoría de jueces del Tribunal Constitucional y permanecer en el poder hasta el año 2029.

Según la RAE, un dictador “es aquella persona que abusa de su autoridad o trata con dureza a los demás”. Ni si quiera aparece si la posición de supremacía ha sido elegida por consenso. Pero en cambio, estaríamos de acuerdo si decimos que Adolf Hitler fue un dictador pese a haber ganado las elecciones en 1933. Entonces, ¿a qué está esperando Europa a considerar a Erdogan como un dictador en prácticas? Supongo que, si así fuera, muchos de los acuerdos entre la Unión Europea y Turquía se tendrían que replantear, incluyendo el ‘pacto de la vergüenza’ sobre la entrada de refugiados por suelo turco.
Después del intento de golpe de Estado fallido del año pasado, el régimen de Erdogan comenzó una dura represión contra todo aquel que hubiese podido o pudiese contradecirle. En educación detuvo a 36.200 profesores y docentes, cerró 1.043 colegios privados y 15 universidades privadas. Todo aquel sospechoso de ir o pensar contra él se vio aplastado por la escoba de Erdogan que barrió y reprimió hasta los bordes de sus poderes.
Ahora, tras las 18 reformas aprobadas por la población que amplían sus poderes, los brazos de Erdogan llegarán más lejos de lo que hemos visto hasta ahora. Y teniendo en cuenta lo apretado que ha estado el resultado del referéndum (51% ‘síes’ y 48% ‘noes’) la sombra y el miedo de que comience la violencia y que acabe desembocando en una guerra civil recorre las espinas dorsales de turcos y europeos.
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