¿Éxito de participación?
- Anna Norte (@annanorte)
- 23 nov 2017
- 2 Min. de lectura

Ya sea por la singularidad en su convocatoria o por la agitación política agrandada por la respuesta judicial, con la mitad del Govern cesado en prisión y la otra aún en Bruselas, las elecciones convocadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para el 21 de diciembre registrarán el número más elevado de votantes de las últimas cuatro elecciones según las encuestas. Rajoy ya demandó a los catalanes presentarse en las elecciones de diciembre para restablecer la “normalidad” ante la deriva de independizarse de España. Pidió la participación masiva para comenzar una nueva era política de tranquilidad, normalidad y coexistencia. Lo que parece que estará asegurado en las urnas.
Se estima un aumento de la participación en las elecciones del 21-D, según el GESOP, de un 87% de los catalanes que expresa que acudirá a las urnas. La encuesta apunta a una participación que superaría la del 2015, donde hubo el 77,4% de los convocados asistieron a su cita con las urnas. Los diferentes sondeos apuntan que cerca de un 72,4% de los electores creen que las futuras elecciones son "muy importantes”, más que las del 27-S cuando se daba una cifra de 50,8%.
Las últimas elecciones autonómicas, celebradas en 2015, fueron las que atrajeron a más ciudadanos a las urnas, donde recordemos que parte del electorado lo consideró un plebiscito. Este ha sido, hasta ahora, el porcentaje más alto de participación en unas autonómicas en Catalunya. Desde el año 2010 hasta el 2015 la participación en Catalunya ha aumentado casi un 20% y además se centra 13 puntos más que la media de las once elecciones celebradas desde 1980 cuando se constituyó tras la restauración de la Generalitat de Catalunya.
La relación entre votos y tensión política se manifiesta ya desde las elecciones del 2006 a raíz de la liquidación del Estatut de Catalunya, la participación fue del 56,04%, inferior al 58,78% de 2010 y del 67,76% de 2015, lo que da idea del descenso de la abstención y, por el contrario, el aumento considerable y progresivo de la participación electoral.
Según el Govern votaron 2.262.424 catalanes, cifra que supone el 42,34% del censo convocado. Este registro es notablemente e inferior al que obtuvo el soberanismo tres años atrás, en el proceso participativo del 9 de noviembre, cuando acudieron a votar 2.344.828 votantes, 82.404 más que en el referéndum del 1 de octubre. Es necesario recordar que el 9-N de 2014 la consulta llamó a las urnas a todos los catalanes mayores de 16 años, hecho que no ocurre en el resto de elecciones autonómicas.
A pesar de este posible apogeo, la movilización electoral sigue siendo más concluyente para los ciudadanos independentistas. En definitiva, a falta de un mes para las elecciones, parece que la movilización será más que importante; puede ser la clave para entender los resultados que nos depare el 21-D.
Opmerkingen