Elecciones chilenas: final abierto para el balotaje
- Marcelo Desena (@marcelo_desena)
- 22 nov 2017
- 3 Min. de lectura

Chile celebró este domingo la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el ex presidente —líder de la coalición de derecha— Sebastián Piñera se perfilaba como gran favorito. Además, según los sondeos, el oficialismo de centroizquierda se encaminaba hacia una derrota pavorosa, debido a que comparecía fraccionado en dos candidaturas. Inclusive, algunos analistas vislumbraron el escenario de una victoria en primera vuelta de Piñera. Las encuestas, otra vez fallaron.
En la carrera por suceder a Michelle Bachelet en la presidencia, Sebastián Piñera se impuso con amplia diferencia, pero no logró la votación esperada. El ex mandatario superó al candidato oficialista por 14 puntos al obtener el 36,66% de los votos.
Más de 6,5 millones de personas participaron en las elecciones donde ocho candidatos presidenciales buscaban llegar a La Moneda. Además, los chilenos debieron elegir senadores en comunas pares y todos los diputados.
El conteo de votos confirmó algunos vaticinios y derribó otros. Repasamos las principales claves de las presidenciales chilenas:
Habrá balotaje: Sebastián Piñera el candidato de Chile Vamos (derecha) obtuvo el 36,66% de los votos e irá a segunda vuelta con Alejandro Guillier, el candidato de Nueva Mayoría (centroizquierda) con el 22,64%.
Fragmentación de las dos grandes coaliciones: el congreso chileno funcionaba hasta ahora en base a la gobernabilidad otorgada por dos coaliciones binominales. El escenario actual marca la presencia de tres partidos de derecha, dos de centro y cuatro de izquierda.
Buena elección del Frente Amplio: la candidata del Frente Amplio (izquierda) Beatriz Sánchez finalizó tercera realizando una muy buena elección, obteniendo el 20,27% apenas superada en el segundo lugar por candidato oficialista. Además de Sánchez, la coalición formada a principios de 2017 cuenta entre sus principales líderes con dos exdirigentes estudiantiles de las movilizaciones de 2011.
Derrumbe de la Democracia Cristiana: si bien en muchos países occidentales los partidos democristianos han perdido espacio considerablemente, en Chile el PDC gozaba de buena salud hasta la anterior elección. La candidata del PDC Carolina Goic obtuvo el 5,88%, pasando de una representación de 21 diputados en la elección del 2013 a 13 diputados en los actuales comicios.
“Si (Pinochet) estuviera vivo votaría por mí”: el candidato de la extrema derecha José Antonio Kast, quien reivindica el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet es el autor de esta frase. Con el 7,93% de los votos se convierte en un actor clave para una posible victoria de Piñera en segunda vuelta.
Atomización de la representación parlamentaria: quien gane en segunda vuelta deberá conformar alianzas programáticas para conseguir la gobernabilidad. El senado chileno quedó notablemente atomizado: Chile Vamos cuenta con 19 senadores; Fuerza de la Mayoría con 16 senadores; Frente Amplio con 1 senador; Convergencia Democrática con 5; PAIS con 1 senador y 1 senador independiente.
Chile, el país del continente con menos participación electoral.
Chile afrontó elecciones presidenciales y parlamentarias en plena crisis de representatividad política. Como mencionábamos en otro artículo.
Más allá del rasgo de época, el abstencionismo en Chile es una constante elección tras elección. Desde que en 2012 se promulgó la ley de votación voluntaria, la abstención comenzó a dispararse. En las anteriorespresidenciales de 2013 votó el de los ciudadanos habilitados para sufragar. Sin embargo, en las últimas municipales, el año pasado, apenas participó un del electorado. Este domingo el del padrón electoral no quiso asistir a las urnas, consolidando a Chile en la cima de las mediciones de abstencionismo del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA).
Para poder ganar en segunda vuelta el 17 de diciembre, Alejandro Guillier deberá unificar las disgregadas y múltiples fuerzas de izquierda de cara al balotaje. Ya cuenta con el apoyo de un alicaído PDC, que aportaría un menguado electorado de centro. El principal objetivo es convencer al capital político del Frente Amplio y a un electorado de izquierda que optó por una nueva opción electoral, descontento con el continuismo oficialista. Los AFP (fondos de pensiones privados) y la convocatoria de una Constituyente, son los temas medulares en un posible acuerdo electoral para contar con el apoyo del emergente partido de izquierda.
En tanto, con un piso electoral más alto, Sebastián Piñera podrá obtener sin mayores dificultades el apoyo del electorado conservador de Kast, que ya pronunció su apoyo irrestricto para la segunda vuelta. Pese a la traslación “mecánica” de ese 8%, Piñera deberá captar parte del voto de centro y/o sumar nuevas voluntades de quienes se abstuvieron de votar en noviembre, para asegurarse su llegada a La Moneda.
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