Amplia victoria del chavismo y denuncias de fraude de la oposición
- Marcelo Desena (@marcelo_desena)
- 19 oct 2017
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Más allá de las elecciones de gobernadores —marcadas en un calendario electoral con retraso — oficialismo y oposición concurrieron a las elecciones del domingo en un juego de legitimaciones, buscando validar su relato. El oficialismo buscaba reencontrarse con la fabulosa marea de votos de elecciones pretéritas, para revalidar al actual gobierno, inmerso en una crisis de legitimidad. De esta forma reencontrarse con el chavismo como partido de masas, poderosa maquinaria de ganar elecciones en tiempos de Hugo Chávez. En tanto la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) buscaba capitalizar el descontento de una profunda crisis económica y social en guarismos electorales acordes.
Según los resultados oficiales anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se impuso en 17 de los 23 estados del país, teniendo de rojo el mapa electoral. Si bien significa una pérdida de tres gobernaciones con respecto al periodo anterior, el oficialismo celebró el triunfo en un escenario general de alta participación que superó el 61% de los habilitados.
Además de retener 14 gobernaciones, el PSUV logró arrebatarle a la oposición el estado de Miranda —gobernado dos veces por el candidato a la presidencia Henrique Capriles —y los estados de Lara y Amazonas.
Pese al favoritismo previo en las encuestas, la oposición obtuvo el triunfo sólo en los estados de Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia. El politólogo Edgard Gutiérrez, director de la firma Venebarómetroseñaló a la AFP que “Los resultados son absolutamente inconsistentes con todos los sondeos que mostraban a un chavismo en franca minoría”.
A poco de divulgadas las proyecciones de la CNE, la Mesa de Unidad Democrática rechazó los resultados oficiales de la elecciones regionales, tildando de fraude los resultados electorales. El jefe de campaña de la MUD, Gerardo Blyde afirmó que “Alertamos al país que estos resultados no se correspondían a los que estábamos manejando”.
Lejos de mostrarse monolítica ante el panorama electoral, la MUD evidenció claras diferencias con respecto a la comparecencia del domingo. La ex diputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, apuntaron a la dirigencia opositora por acceder a participar de las elecciones de gobernadores. En tanto, por estas horas la oposición se debate en solicitar una auditoría al proceso electoral o volver a las manifestaciones en las calles de Caracas.
Lo que está claro en filas opositoras, es que la MUD no reconoce los resultados electorales. Blyde afirmó que las elecciones se llevaron a cabo en un “sistema tramposo, que no es transparente, que representa unas condiciones abusivas de quien detenta el poder”. En tal sentido, algunos gobiernos de la región instaron a una auditoría independiente del proceso electoral.
Golpeada por la caída de los precios internacionales del petróleo, con proyecciones de desplome de dos dígitos del PBI, escasez de artículos de primera necesidad y una altísima inflación, Venezuela afronta una profunda crisis económica, tal vez la peor de su historia. Sumado a esouna crisis política y social de aguda radicalización por los bandos en pugna, con más de un centenar de muertos a cuestas, esta instancia electoral se presentaba como un remanso. La ausencia de garantías y la opacidad del proceso impiden a ambos contendientes políticos capitalizar ningún resultado, imposibilitando la legitimación de su discurso, prometiendo una mayor crispación de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
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