Las dudas sobre el 'casa por cárcel' de Leopoldo López
- Mariangel Rostro (@mrostrog)
- 14 jul 2017
- 6 Min. de lectura

Entender exactamente qué ocurre y cómo han sido estos últimos días en Venezuela es incluso difícil para los mismos venezolanos. Leopoldo López sólo es uno de los más de 300 presos políticos, según el Foro Penal, que hay hoy en día en el país ¿Pero cómo sucedió esto? Ni los propios venezolanos saben los detalles. Resulta muy extraño que a altas horas de la madrugada, según dicen entre 3:00 y 4:00 am, llevaran a Leopoldo López a su casa dos personajes muy importantes del gobierno venezolano, como lo son: Delcy Rodríguez y Jorge Rodríguez. Este último es el alcalde de un municipio de Caracas, la capital, ese es ahora mismo su cargo oficial. Se desempeñó también como presidente del Consejo Nacional Electoral, órgano encargado de todas las votaciones que se llevan acabo en el país sudamericano. Fue vicepresidente de Venezuela de enero 2007 a enero 2008, en el momento que Hugo Chávez lo destituyó, le asignó el rol máximo en la militancia del PSUV (Partido socialista unido de Venezuela) conformado por partidos de izquierda.
Su hermana, Delcy Rodríguez, fue ministra del Despacho de la Presidencia de Venezuela entre febrero y agosto de 2006 durante el gobierno de Hugo Chávez. También desempeñó el papel de viceministra de relaciones para Europa en 2005, igualmente ocupó el puesto de Coordinación General de la Vicepresidencia y fue Directora de Asuntos Internacionales del ministerio de Energía y Minas. Actualmente Delcy Rodríguez es Canciller o como bien designa el gobierno venezolano, Ministra del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.
Es muy difícil explicar una situación tan compleja en tan pocas palabras, lo que resulta extraño para cualquier venezolano y/o persona que haya observado de cerca la situación, es cómo entregan a un civil que estaba apresado en una cárcel militar a altas horas de la madrugada, sin que su familia lo sepa, y dos personas que están directamente vinculadas en el partido de gobierno.
Los venezolanos se enteraron por las redes sociales y por los diarios de España, quienes dieron la información antes que nadie en el país, de la decisión de dar “casa por cárcel” a Leopoldo López. Este es el principal problema, solamente un grupo muy selecto conoce lo que está ocurriendo entre gobierno y oposición, porque en Venezuela la gran mayoría no tiene ni idea. Aún, después de varios días de este hecho, nadie sabe quién tomó dicha decisión, lo que si está claro es que hay una intención de fondo, aunque también hay una hipótesis de que las manifestaciones, que llevan más de 100 días, están conllevando a actuaciones por parte del gobierno que hace unos meses no hubiésemos imaginado. Todo debe ser una suma de factores que no conocemos, y que quizás nunca sabremos.
A Leopoldo López se le condenó por considerarle culpable de los asesinatos ocurridos en 2014, por terrorismo, atentar contra infraestructuras del Estado, entre otras cosas. Lo curioso de este caso, y que se sabe por informaciones del mismo gobierno y por la familia del dirigente opositor, es que hubo numerosas incongruencias. Los primeros días después de haberse entregado se pospuso el juicio, el cual llevaron acabo dentro de un autobús fijado en las inmediaciones de la cárcel militar de Ramo Verde, sin dar motivos ni razones, la familia de López tuvo que esperar varios días a que la justicia venezolana se pronunciara. Luego de esto, no se le permitió la presencia de testigos al opositor ni el derecho a defensa, algo que viola claramente los artículos 21.1, 21.2, 22, 25, 26 y 27 de la Constitución venezolana, y el 14.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
La misma ONU, la Unión Europea, Human Rights Watch, Amnistía Internacional y diversas organizaciones internacionales de derechos humanos condenaron el arresto, al ser considerado como motivo político, ya que violó claramente el debido proceso y no había pruebas que vincularan a López en los delitos que se le acusaba. En octubre de 2015, Franklin Nieves, quien fue fiscal en el juicio del opositor, huyó a Estados Unidos, y alegó que el juicio era falso y que él fue presionado por altos funcionarios del gobierno venezolano. A raíz de esto Amnistía Internacional resolvió que Leopoldo López tenía el estatus de ‘prisionero de conciencia’ del gobierno de Nicolás Maduro. Lo que quiere decir esto según Amnistía Internacional es que claramente excluye a personas que han empleado o propugnado la violencia.
Finalmente meses después de llevar acabo el juicio, Susana Barreiros, jueza encargada del caso de Leopoldo López, condena al opositor a 13 años y 9 meses de cárcel, después de 2 años de haberse entregado a la justicia él mismo. De acuerdo con la defensa de López, luego de 70 audiencias llevadas acabo, 108 testigos por parte del Ministerio Público, 30 pruebas, que implicaron más de 600 horas, no fueron capaces de relacionar al acusado con la violencia ocurrida en Caracas durante esos días del mes de febrero 2014.
Lo curioso del caso, es que hay muchos que no se atreven a llamar a López ‘preso político’, pero lo que resulta extraño es la actuación en el día de su entrega. Altas horas de la madrugada, dos pesos importantes del gobierno y sin previo aviso. Lo que más se asemeja a esto es el proceder de un cartel latinoamericano.
Desde que Leopoldo López tiene ‘casa por cárcel’ ha tenido la oportunidad de reunirse con uno de los dirigentes opositores que está a cargo de todas las manifestaciones llevadas acabo este año, Freddy Guevara. Es curioso que en cierto modo se estén llevando acabo medidas que, tal y como ha sido la actuación del gobierno para algunos temas, permitan que Leopoldo López tenga ahora el derecho a reunirse con Rodríguez Zapatero, con algunos dirigentes opositores, con sus abogados, e incluso lograr tener una conversación con Luis Almagro, Secretario General de la OEA. Cómo de un juicio injusto, violador de los derechos elementales de un acusado, pasamos a permitirle estar en su casa, no en libertad plena, pero con claras diferencias a los años que ha tenido que vivir en la cárcel militar. De hecho, una de las figuras más importantes de todo el chavismo, Diosdado Cabello, había sentenciado que mientras estuviese el chavismo, Leopoldo López se quedaría en Ramo Verde y no tendría nunca libertad.
Leopoldo López estuvo más de 90 días sin ver a sus abogados en Ramo Verde, hace unos meses se dudaba de su estado de salud, e incluso de su muerte, después de que su familia pasara más de 30 días sin tener ningún tipo de comunicación o permiso a visita. Es una violación clara al Capítulo III de los Derechos civiles, artículo 44.2, 46.1, 46.2, 48 y 57. A la esposa y a la madre de Leopoldo López las obligaban a desnudarse al entrar y al salir de la cárcel. La integridad psíquica y moral fue violada en varias ocasiones, según el artículo 46.1, ninguna persona puede ser torturada o recibir tratos crueles o degradantes, y eso sucedió en varias ocasiones no sólo con su familia si no con el mismo Leopoldo López. No se le trató con la dignidad inherente al ser humano, según él mismo explica en las notas del libro ‘Preso pero libre’ sufría semanalmente todo tipo de torturas. Lo despertaban a altas horas de la madrugada para hacer revisiones, en numerosas ocasiones se llevaban los libros que tenía, destrozaban todo en su celda, rompían los dibujos de sus hijos, le prohibieron ir al aire libre o hacer ejercicio físico. La ocasión más preocupante surgió cuando López y varios presos de la cárcel iniciaron una huelga de hambre, por la constante violación a sus derechos y por la situación en el país, por ello, a ciertas horas de la noche y por varios días comenzaron hacer ruido con los candados que encierran sus celdas como parte de la protesta, y se armó tal revuelta entre las diferentes plantas que la solución de las autoridades del centro penitenciario fue tirar excremento humano dentro de las celdas y negarles el agua durante varios días para que no pudiesen limpiarlo.
La posición del crítico siempre es la más cómoda, porque no hace y no arriesga, sólo condena. Se ha vuelto un común denominador en estos días los insultos a Lilian Tintori, y al mismo Leopoldo López. Se les acusa de cooperar con el gobierno y de mostrar disposición con el. Después de haber perdido más 3 años de su vida en la cárcel, de haber pasado una tortura psicológica brutal, de haber estado lejos de su familia más de 1.200 días, todavía hay gente que tiene algo que criticar.
Quienes se piensen que todo lo que sucede ahora en Venezuela no acabará resolviéndose con negociación, es que aún no ha entendido la magnitud del problema. Y ojo, negociación no se entiende como diálogo y aceptar la continuidad de un desgobierno, que es lo que sucedió hace unos meses, si no conseguir las formas de aliviar la crisis y lograr la elección de otro gobierno. Está comprobado y confirmado que las Fuerzas Armadas del país no tienen ninguna intención en dejar de reprimir las manifestaciones y al mismo tiempo de entrometerse, por lo que nos da una idea de lo complicado de la situación, pues como bien se sabe, hay varios altos cargos de la Fuerza Armada que están implicados en casos de corrupción y narcotráfico.
留言