Podemos cabalgará en solitario hacia la moción de censura
- José Ignacio Villar (@villarromeroig)
- 23 may 2017
- 3 Min. de lectura

El próximo 13 de junio se debatirá en el Congreso de los Diputados la anunciada moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy. El candidato alternativo a la Moncloa será Pablo Iglesias, quien aspira a ser Presidente del Gobierno si logra derrocarle en la votación parlamentaria.
Iglesias dice presentar la moción con motivo de los últimos escándalos de corrupción del Partido Popular, al que considera incapaz de combatirlos y de liderar la regeneración democrática y social que necesitaría una España sacudida cada semana con nuevos y polémicos casos.
Si bien el debate se realizará el martes 13 de junio, la votación tendrá lugar al día siguiente por la tarde. No será Rajoy quien se defienda a sí mismo; lo hará el actual portavoz del grupo, Rafael Hernando.
Pablo Echenique ha considerado la fecha elegida por el Congreso como “cacicada”. Es la moción que más se ha postergado desde su registro; la Presidenta del Congreso, Ana Pastor, estará de gira hasta entonces por Latinoamérica. Esto no ha sentado bien en la coalición de izquierdas; el propio Echenique cree que el PP tiene secuestrado el parlamento.
Tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias del domingo, el líder de Podemos se ha ofrecido a retirar su moción si el PSOE presentase otra que propusiese al propio Sánchez como candidato. No obstante, los socialistas han negado tanto apoyar la moción de Iglesias como presentar una propia, por lo que se adelanta que el proyecto de Iglesias fracasará en las Cortes, ya que a día de hoy sólo tienen la suma de ERC y Bildu.
Un fracaso que se mediría en términos parlamentarios, pero que podría tener a largo plazo beneficios estratégicos; Podemos quiere debilitar la figura de Rajoy en una legislatura que podría tener los meses contados con la victoria de Sánchez.
El nuevo Secretario General del PSOE puede formar junto a Iglesias un tándem de dura oposición al gobierno del Partido Popular, en el que una beligerante rendición de cuentas se ocuparía de quemar considerablemente la imagen del equipo de Rajoy. Este objetivo se vería reforzado con una nueva primera plana socialista en la que tanto la ejecutiva como el grupo parlamentario serían renovados por Sánchez.
Aunque el vencedor de las primarias ha rechazado la moción de junio, no descarta una nueva presentada por el PSOE en 2018. Hasta entonces sería precipitado, ya que quiere volver a tomar las riendas del partido y diseñar una estrategia para el mismo.
Recordemos que para que prospere la moción de censura se necesita la mayoría absoluta del Congreso, 176 diputados. Sánchez se quedaría a tan sólo un voto de ella con el hipotético apoyo de Podemos, ERC, el PDeCat y Bildu, por lo que necesitaría al PNV o a Coalición Canaria, formaciones que acaban de firmar pactos millonarios con el PP.
Estrategia similar en la Comunidad de Madrid
El portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Ramón Espinar, ha registrado en la mesa de la cámara autonómica una moción de censura contra Cristina Cifuentes. Podemos la acusa de estar manchada de corrupción tras un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en el que se la relaciona con la trama Púnica.
El PSOE tampoco ha querido sumarse a la moción en este caso, aunque comparte el “diagnóstico” presentado por la formación morada. Mientras tanto, Ciudadanos se ha negado a adherirse a la moción, si bien han anunciado que en caso de que Cifuentes llegase a ser imputada, le retirarían su apoyo.
El “fuego amigo” del que hablan algunos contra Cifuentes, entorpece y dificulta la imagen regeneracionista que quiere impulsar en su partido. La Presidenta dice ser víctima de una campaña de desprestigio contra su persona que podría proceder desde dentro del partido…
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