España no cumple y se escusa
- Adrià Huertas Vidal (@adriahuertas19)
- 17 may 2017
- 2 Min. de lectura
A cuatro meses de expirar el plazo que le dio la Unión Europea, España solo ha acogido a 886 refugiados de los 17.337 que se comprometió en 2015. Ante tal déficit humano, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, ha justificado en el Congreso que España no cumpla su parte del compromiso. En su defensa, ha alegado que "es difícil cumplir" con los 17.337 que España prometió en 2015, ya que la Comisión Europea ha reconocido a solo 12.400 refugiados en Grecia y algo más de 4.000 en Italia que estén listos para ser reubicados. Algo así como 'no hemos podido acoger a 17.000 porque solo habían 12.000, por eso no hemos llegado ni a 1.000'.
De momento, según Dastis, los reubicados preceden de Grecia e Italia y hay en marcha otros 1.500 expedientes. Además, se han tramitado 960 solicitudes de reasentamiento procedentes de campos de refugiados en Líbano o Jordania y hay disposición a admitir a otros 542. Si se cumpliera lo que dice el ministro, España superaría los 1.449 reasentamientos prometidos, pero quedaría muy lejos de lo prometido.
Dastis solo ha hecho referencia a 12.400 refugiados en Grecia. Pero lo cierto es que esta cifra corresponde a los que ya están registrados y listos para la reubicación. Según explicó en el Parlamento europeo el comisario de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, solo en Grecia hay 60.000 refugiados.
Según Euroestat, España ocupó el puesto 13º entre los países de la UE en acogida en 2015. Según los datos de la Oficina de Asilo y Refugio (OAR), fueron 14.881 las personas que pidieron asilo en España en el mismo año. El gobierno se escuda en la inoperancia europea para agilizar los trámites para reubicar a 160.000 de los 1,2 millones que llegaron a Europa. Pero no se fija en los países que más esfuerzos están dedicando a esta crisis humanitaria, como los son Reino Unido, Alemania, Suecia o Kuwait. En vez de buscar espejos donde mirarnos, tenemos la manía de buscar malos ejemplos que nos justifiquen.
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