ERC y 'comuns' ¿condenados a entenderse?
- Adrià Huertas Vidal (@adriahuertas19)
- 9 may 2017
- 2 Min. de lectura
Por un lado, la ambigüedad del 'colauismo' en cuanto a la celebración del referéndum pone nervioso a ERC. Por otro lado, los tuits de Gabriel Rufián, enervan a los 'comuns'. La izquierda catalana intenta acercar posturas reviviendo el género epistolar.
La semana pasada, Joan Tardà y Xavier Domènch compartieron confesiones y voluntades en forma de carta en los medios de comunicación. Comenzó Tardà recordándole a Domenech el papel de ERC como partido hegemónico de la izquierda política catalana y presumiendo de no haber tenido nunca ninguna mancha de corrupción en tantos años. Pidió el compromiso de los 'comuns' hasta el último momento, y repito hasta el último momento', para apoyar la celebración de un referéndum en Cataluña. Y es que ERC no se fia mucho de la lealtad de los 'comuns' a la cita en las urnas y creen que cuando venga el momento de ponerse bravos los de Domènech y Colau les dejarán en la estocada.
Al poco tiempo, Domènech se animó, cogió papel y pluma -o teclado y pantalla- para responder a Tardà. Al principio elogió el papel de ERC ocupando la izquierda catalana hasta que le recordó su coalición con la entonces Convergència para formar Junts pel Sí. Para Doménech, la excusa maquiavélica de "el fin justifica los medios" no es razón suficiente para hacer migas con un partido de derechas, que ha protagonizado los recortes de los últimos años y tiene casos de corrupción abiertos.
En ERC saben que, si el referéndum saliera mal, los 'comuns' pueden ser un aliado de gobierno que les permitiera deshacerse de la lacra del PDeCAT. Indiferentemente del resultado del referéndum, antes de 2018 se celebrarán en Cataluña unas elecciones, ya sean constituyentes o de nuevo autonómicas. ERC tendrá un gran resultado según las encuestas y por eso quieren acercar posturas con la nueva izquierda catalana para poder dejar atrás la coalición obligada con Convergència. Además, temen que los 'comuns' se bajen del barco del referéndum cuando haya que apretar los dientes y hacer piña.
En cambio, desde los 'comuns' tienen claro que menos en las elecciones plebiscitarias del 27-S son ellos los que se han llevado el gato al agua en las urnas. Por eso se ven confiados en poder dar un golpe en la mesa con el puño de la nueva izquierda no independentista. Tenemos un veranito caluroso para comprobar hasta que punto llega el compromiso de los 'comuns' con la celebración del referéndum. Y si llegará el momento, Doménech y Colau estarían dispuesto a desobedecer para su celebración, por aquello de que "el fin justifica los medios".
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