Le Pen y el issue de la inmigración
- Anna Norte (@annanorte)
- 27 abr 2017
- 3 Min. de lectura

Empieza a ser mayoritario el rechazo a los principios del internacionalismo solidario y del multiculturalismo, que se nos vendía desde la creación de la Unión Europea, por muchos países occidentales.
Podemos seguir escandalizándonos y rompiéndonos la cabeza con variables estadísticas intentando explicar lo que nos está pasando en los últimos años, o podemos directamente admitir que, en resumen, millones de occidentales que han crecido y vivido en democracia son votantes de Trump, Hofer, Wilders o Le Pen porque, por encima de todo lo demás, están hartos del fenómeno de la inmigración.
El caso de Le Pen no es aislado en Europa, ella misma decía “quiero poner fin a la inmigración, legal e ilegal”, y es que la candidata del Frente Nacional reclama el cierre de las fronteras razonando que no se puede confiar en los países vecinos de la Unión Europea para el control del flujo de inmigrantes, ya que siguen infiltrando terroristas.
Suele decirse que el Frente Nacional no ha variado, que sigue representando y portando en su mochila las mismas ideas que hace veinte años. Al convertirse en jefa del partido en 2011, ha intentado limpiar su imagen xenófoba y antisemita, llevándola a separarse de su padre y luego expulsarlo del partido. Tales esfuerzos en la desintoxicación han demostrado éxito, con las encuestas que sugieren el apoyo para el FN que sube de 18% en 2010 a cerca de 24% hoy.

Durante mucho tiempo, ha puesto la crítica de la globalización y el Islam en el centro de su discurso. Esta estrategia ha ayudado a su partido a prosperar en las zonas de Francia que han sentido el peso de la desindustrialización, aprovechando la creciente desilusión entre los votantes de izquierda tradicionales que se sienten abandonados por la clase política dominante.
El issue principal de Marine Le Pen es sin duda su política antinmigración. El rechazo a los inmigrantes y el nacionalismo xenófobo son el denominador común y la seña de identidad más reconocible de todos estos movimientos de extrema derecha. Le Pen rechaza la etiqueta de "extrema derecha", prefiriendo un enfoque de "tercera vía" que tiene una larga historia intelectual entre nacionalistas y fascistas. Dice que las cuestiones simbióticas de la inmigración y la globalización (específicamente en relación con la Unión Europea) arrojó una nueva política que "ya no pone a la derecha ya la izquierda en la oposición, sino a los patriotas ya los globalistas". En un mundo donde el centro está cambiando a la derecha, y la derecha se está desplazando hacia el centro, las líneas se están difuminando.
El manifiesto del Frente Nacional de 2017 renueva su compromiso con una reducción masiva de la inmigración legal. Le Pen sostiene que la ciudadanía francesa debe ser "heredada o merecida". En cuanto a los inmigrantes ilegales, "no tienen ninguna razón para quedarse en Francia, esta gente quebrantó la ley en cuanto pusieron el pie en suelo francés".
Además, en diciembre aumentó la apuesta al anunciar que pondría fin a la educación gratuita para los hijos de inmigrantes indocumentados, aunque esto no apareció como una promesa en el manifiesto del partido. "Si vienes a nuestro país, no esperes que te cuiden, que te cuiden, que tus hijos sean educados sin cargos", dijo en un discurso en París.
Le Pen propone establecer en 10.000 personas el cupo anual de inmigrantes que puedan entrar en Francia. Esa cifra es 10 veces menor que el número actual. También, en su programa político, la líder del Frente Nacional pretende crear un impuesto sobre la contratación de asalariados extranjeros para "asegurar la prioridad nacional de los franceses en el empleo". Asimismo propone suprimir la reagrupación familiar para los inmigrantes, prohibir la financiación pública de lugares de culto y actividades culturales y expulsar a todos los extranjeros vinculados al fundamentalismo islámico.
Comments