Sigo queriendo acoger
- Adrià Huertas Vidal
- 22 mar 2017
- 2 Min. de lectura

Foto de Andy Rain | EFE
No puedo evitar sentirme mal escribiendo después de un atentado terrorista en territorio europeo mientras que no lo hago cuando el ataque es en Oriente Medio. Pero es verdad que las reacciones racistas, xenófobas e islamófobas se multiplican desgraciadamente cuando las muertes son occidentales. Por eso puedo decir con total firmeza que lo que más odio de un atentado va más allá de las muertes, son las miles de personas que pierden la esperanza de hacer de este mundo un lugar mejor, aunque suene muy hippie.
Me desespera ver comentarios de personas que utilizan esta clase de atentados para justificar su xenofobia y su falta de humanidad. Si eres un racista lo eres y punto sin necesidad de que nadie muera a manos de extranjeros para justificar tus pobres argumentos. No puedes decidir no acoger a miles de refugiados que huyen de sus casas perseguidos porque hay otros del mismo lugar de origen, que no tienen por qué ser refugiados, que atentan contra ciudadanos occidentales.
Lo siento pero me niego a sacrificar a tantas personas en nuestras costas por miedo a que 'alguno', y repito 'alguno', pueda cometer una locura en territorio europeo. Y si te pones a mezclar el tema de los atentados yihadistas con los refugiados, hazlo en todos sus matices. Las muertes causadas por atentados yihadistas en occidente llega a las 185 personas en 2016. En cambio, la cifra de refugiados que han perdido la vida en su intento de llegar a Europa alcanza la escalofriante de 3.800 personas. Por lo tanto, con las ideologías racistas y xenófobas de las políticas occidentales están matando más personas que el yihadismo al cual le tenemos tanto miedo.
Me reafirmo todavía más en mi voluntad de querer acoger después de un atentado. No van a conseguir que nazca en mi un prejuicio alimentado por el miedo y el odio hacia un colectivo que lo único que está haciendo es sobrevivir. Contra su odio, terrorismo, fanatismo e inhumanidad, nuestro amor, respeto, integración y aceptación. Otra vez vuelvo a sonar hippie. Paz y amor.
Comments