¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros?
- Adrià Huertas Vidal
- 17 dic 2016
- 4 Min. de lectura
Las superpotencias educativas asiáticas toman todos los primeros puestos mientras que el resto del mundo queda sumido en la duda y la recriminación

Los nuevos resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, PISA por sus siglas en inglés, han sido publicados. Más de 500 mil estudiantes de 15 años en 72 países participaren en el test que cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). El país que se ha coronado como el gran triunfador del informe ha sido Singapur encabezando las tres disciplinas evaluadas: ciencia, matemáticas y lectura.
Este es un momento crítico para los ministros de Educación de los diferentes países, puesto que deben rebuscar algún aspecto positivo, encender la máquina de la imaginación y el positivismo para intentar resaltar algún dato bueno que, a su vez, pueda tapar el hecho de que una vez más su país está flotando en la más absoluta mediocridad del medio de la lista. Por que cuando se trata de clasficiaciones mundiales de educación, parece que cada tres años se repite la misma historia. Las superpotencias educativas asiáticas toman todos los primeros puestos mientras que el resto del mundo queda sumido en la duda y la recriminación. Es en ese momento cuando los ministros de Educación y los ciudadanos del resto de los países nos preguntamos: ¿Qué tienen ellos que no tengamos nosotros? Fácil y sencillo.
1. Ellos han nacido en Asia
Aunque parezca mentira, la geografía juega un papel fundamental en las clasificaciones de educación. Entre los 10 países que encabezan la listas, el 75% están en Asía. Singapur está ahora en primer lugar, seguido por Corea del Sur, Hong Kong y Japón.
2. El "éxito" de obligar
Una cultura conformista y centrada, un sentido de propósito colectivo o incluso un Estado de un solo partido son algunos de los elementos tradicionales que suelen dar mejores resultados. Sin olvidarnos de la excepeción que confirmaría la regla, Finlandia, que consigue un alto rendimiento con un fuerte sentido de independencia liberal.
3. Conviene no tener recursos naturales
En educación los expertos lo llaman "la maldición de los recursos", puesto que las economías basadas en riquezas naturales -como las que dependen de sus reservas de petróleo- tienden a rendir menos en la educación. Piensa de qué forma motivarías a alguien a estudiar si va a ser rico sin importar cómo de bien le vaya en los exámenes... Por otro lado, los países pequeños con pocos recursos han tenido que espavilarse para aprender rápidamente cómo vivir de su ingenio.
4. Apuesta por los maestros
"Ningún sistema de educación puede ser mejor que la calidad de sus profesores", decía el gurú de la educación de la OCDE, Andreas Schleicher. Y los resultados que hemos visto extraen una conclusión clara: el éxito está inseparablemente unido a la oferta de docentes de buena calidad. Vamos, invertir en educación....
5. Ser un Estado adolescente
Bendita adolescencia, esa época de tu vida en la que haces cosas que los mayores no entienden... Pues en el informe PISA existe algo de esa hormona adolescente. Aunque sean culturas antiguas, los países que forman parte del selecto círculo de ganadores son relativamente nuevos como Estados-Nación o tienen fronteras recién estrenadas. Finlandia apenas va celebrar su primer centenario el año que viene. Singapur y Corea del Sur, en su forma actual política, son cosecha del siglo XX. Vietnam, tras resucitar de la guerra en los 70, ha sido uno de los más precoces en subir a los podios que añoran ahora países como Estados Unidos y los viejos dinosaurios europeos.
6. Tener un vecino grande que te eclipse
Otro factor en común de los triunfadores en educación es que son países que tienen que competir con un país vecino más grande. Finlandia, Polonia y Estonia, por ejemplo, tuvieron que salir del antiguo bloque soviético. Corea del Sur y Hong Kong siguen librando su batalla en contra de la China continental. Y Singapur, una pequeña ciudad Estado rodeada de grandes vecinos con poblaciones mucho mayores.
7. No es una competición de eliminación
Tenemos visiones muy distintas sobre la vida educativa. Para los sistemas educativos principales de Asia, los ganadores serán aquellos que asuman que todos deben cruzar la línea de llegada, inclidos los más pobres. Sus mejores profesores se dedican a los alumnos más débiles para asegurarse de que todo el mundo tiene un nivel básico. En cambio, en Occidente se tiende a abordar la educación como una carrera de caballos, con una visión mucha más competitiva y eliminatoria de la educación.
8. Educación y política, lo justo
Es difícil iniciar un cambio en el sistema educativo que pueda trascender varias generaciones cuando no existe, al menos en España, un pacto por la educación que vaya más allá de un partido político. Si cada partido que llega al Gobierno intenta llevar a cavo su reforma educativa, acabas teniendo una ley de educación nueva cada cuatro años. Una ley reciclada y adaptada a intereses partidistas y empresariales.
9. Planificar a largo plazo en un mundo de corto plazo
Viene ligado al punto anterior. Es dificil planificar una reforma educativa a largo plazo en un mundo que se rige por la inmediatez. Ante situaciones de pobreza educativa, los países occidentales seguimos prefiriendo dar el "pez" antes que la "caña", que nos podría dar más riqueza en un futuro. Pueden tomar 10 años para que los cambios llevados a cabo por la administración en un sistema de edcuación marquen alguna diferencia positiva en el ranking munidal. Un tiempo demasiado largo para los gobernantes que quieren regodearse a corto plazo de la consecuencia de sus acciones.
10. Buscar malos ejemplo que nos justifiquen
Y cuando una reforma en la educación no produce sus frutos tirar del clásico: si todo falla, culpar de todo a los demás. La herencia que deja la administración anterior siempre será el comodín de la escusa del gobierno que no mejora la educación de su país. Estamos demasiado acostumbrados a buscar malos ejemplos que nos justifiquen, en vez de buscar espejos donde mirarse.
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