Todo sobre la 'Operación Cataluña'
- Adrià Huertas Vidal
- 27 nov 2016
- 3 Min. de lectura

La denominada ‘Operación Cataluña’ es un trama policial que tenía como objetivo conspirar contra el proceso soberanista catalán. El comisario, José Manuel Villarejo, reconoció ante un juez -mientras declaraba por su implicación por el caso del ‘pequeño Nicolás’- que en 2012 colaboró intensamente con el exjefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, en la creación de informes sin pruebas contra de los líderes del proceso y filtrarlos a la prensa siempre sedienta.
No miento si digo que era un secreto a voces la existencia de maniobras secretas de la policía con dichos objetivos. Los informes se fabricaban sin ninguna autorización judicial ni las garantías propias de un Estado de derecho. De estos maquiavélicos servicios fueron objeto el expresidente de la Generalitat, Artur Mas, y el exalcalde de Barcelona, Xavier Trias, al filtrar informes sobre unas hipotéticas cuentas en paraísos fiscales. En los documentos que les acusaban figuraba la existencia de pruebas que nunca llegaron a aparecer.
La irrupción de este escándalo viene enmarcado con la grabación de las conversaciones entre el exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exjefe de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, donde se les podía oír colaborando en la creación de información que perjudicara a los líderes del proceso soberanista.
¿Cómo funcionaba el operativo?
Según las delcaraciones del comisario Villarejo, la Policía Nacional creó una unidad secreta dedicada en exclusiva a rastrear información sobre las presuntas irregularidades y delitos de los políticos catalanes. Los integrantes de la unidad camuflaban su trabajos secretos repartidos en dos unidades que ya existían en el cuerpo policial: la de planificación y estrategia y la de asuntos internos. La función de esta unidad secreta consistía en recopilar y ordenar datos sobre los posibles escándalos de los políticos catalanes que después hacían llegar a los juzgados a través de otras unidades policiales con más credibilidad -como por ejemplo la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)– o a los medios de comunicación, siempre coincidiendo con momentos claves del proceso.
A través de la UDEF, la tarea que llevaba a cavo esta unidad policial secreta quedaba oculta del control judicial. Tanto el comisario Villarejo como el exjefe de Asuntos Internos Martín Blas fueron los encargados de reunirse con los fiscales de anticorrupción de Barcelona para ofrecerles sus servicios en relación al caso Millet y para proponer los registros de la sede de Convergència.
¿Qué dice la prensa?
En Cataluña, como podría ser lógico, apareció en las portadas de El Periódico, El Punt Avui y el ARA. En cambio en La Vanguardia la aparición pareció ser más tímida, en la última página de la sección de política, como un tema secundario a dos columnas y sin fotos.
En Madrid, como no tendría que ser lógico, no apareció en ninguna portada. El madrileño que pasó por delante de un quiosco y ojeó las portadas no se enteró de que su gobierno estaba conspirando contra el ejecutivo de Cataluña. En La Razón no fue ni nombrado dentro, en el ABC solo hubo un párrafo breve que hacía referencia a la declaración de Villarejo sobre el caso del ‘pequeño Nicolás’ y obviaron sus declaraciones sobre la operación. Lo mismo ocurrió en El Mundo, que eso sí, se permitió una referencia en la última frase del párrafo de la noticia. El País habló de una ‘policía patriótica’ y rechazó la existencia de la ‘Operación Cataluña’.
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