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La ‘cultura del like’ establecerá un nuevo orden social

  • Adrià Huertas Vidal
  • 25 nov 2016
  • 2 Min. de lectura

A veces, aunque parezca extraño, aún quedan productos culturales que después de consumirlos te hacen también reflexionar. La famosa serie de televisión Black Mirror ha estrenado la tercera temporada y el primer capítulo, titulado ‘Caída en picado’, ya es excelentemente crítico con lo que conocemos como la ‘cultura del Like’.

Ambientada en una sociedad futurista muy avanzada tecnológicamente, la actriz Bryce Dallas Howard interpreta a una mujer que vive en un mundo donde cada interacción entre personas se puntúa del uno al cinco mediante una aplicación, y tu reputación media determina tu estatus social. Sin ánimo de hacer spoiler, en el capítulo muestra, entre otras cosas, una serie de acciones cotidianas donde nos interesamos por algunas de las personas que nos rodean a partir de su actividad en las redes sociales, aunque nos importe lo más mínimo sus vidas. Solo porque establecemos una relación de intereses basado en los likes. Si valoro positivamente su actividad es probable que la otra persona vaya a hacer los mismo conmigo.


Entramos en el nuevo tiempo de la valoración de todo sin el conocimiento de nada. En la era de opinar sobre todo sin cuestionarse nada. Lo más interesante del capítulo es ver como en esa interacción de valoraciones mediante la aplicación marca unos estamentos sociales, no basados en la riqueza o en el conocimiento, sino en las opiniones que tienen sobre ti un público que, aunque no te conoce de nada, tiene la capacidad de juzgarte. En ese marco socio-tecnológico, la protagonista vive más pendiente de mejorar su puntuación media que de mostrarse tal y como es por miedo a recibir malas valoraciones que le impidan ascender en esa pirámide social.

Mi pregunta entonces es, ¿estamos estableciendo otra pirámide social que no depende de variantes económicas o culturales sino del número de seguidores que tiene un perfil? ¿Es la acumulación de likes la nueva forma de ascender en este nuevo orden social que transforma la opinión de ajenos en un método indispensable para sentirse bien con un mismo? ¿Es el ‘postureo’ la nueva herramienta para sentirse aceptado? ¿Por qué nos sentimos bien cuando nuestro contador de likes aumenta, aunque procedan de personas que sabemos que no les importamos?.

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